Sin embargo, uno nunca sabe lo que la vida da a sus hijas consentidas (ya lo había dicho, lo sé), pero es que llegué a jurar que ya ni existían como grupo. El cartel anunciaba a La Maldita y Jaguares, y yo tenía noción de que muchos chavitos irían por el segundo grupo.
Abrió la Maldita con "Morenaza" y unos maravillosos movimientos de Roco, quien a mi juicio, es la neta del planeta, casi tan perfecto como mi Rubén Albarrán (a.k.a. Anónimo, Cosme, Juan... de Café Tacvba).
Lo bueno- Insisto, el Roco y compañía ya son cuarentones, y sin embargo, la rifan y bien. El Sax se lució con gabardina negra, sombrero y una mata negra impresionante. Un poco gordo, pero se le perdona.
"Sí, fueron 150 pesotes, y merecíamos más..."
Lo malo- [nos] dejaron a la banda en las butacas, siendo que había un gran espacio entre el escenario y éstas. Por muy adelante que se estuviera (hubo quienes por supuesto invadieron los palcos) no se veía bien el escenario. Ergo sum mi hermana no pudo cachar sudor y babas del grupo como acostumbra.
"De todos modos éntrele compadre al slam pasillero"
Lo deprimente- No vi gente de mi edad ni conocidos. La mayoría eran chavitos como de la edad de mi hermana (17 años) lo que me hace reflexionar... ni modo, ellos se lo perdieron.
Lo triste- La gente sólo pedía Pachuco y Kumbala... y hay que saber que tienen mejores rolas. Ni hablar.
La decadencia- Saúl Hernández, quien ya tiene 3 deditos del pie derecho en el ataúd. Bien lo dice el dicho: "No es lo mismo los 3 mosqueteros...". Chafearon tanto que ya ni nos quedamos al final del concierto. He aquí la única foto que tomé de ellos:
"¿Y on'tá el Saúl?..."
*****
Lo sé, las fotos son demasiado malas, pero fui a ver el concierto, no a reportear. Roco: we're not worth it (para más referencias vea Wayne's World) end ai lob llu.