... y me gustó.
Desde hace como un mes aproximadamente, pusieron una farmacia del Dr. Simi en mi camino y la verdad, el simple hecho de pasar y verlo bailando me alegra el camino.
Siempre los había visto moviendo el bote a media calle, pero no había dimensionado lo divertidos que son. Inclusive cuando Aitana me decía: -Mira mamá, un Doctor Simi, para el coche- yo simplemente fingía demencia.
Pero ayer, cuando pude disfrutar en primera fila el show de la simpática botarga, me volví fans de su encantador estilo.
Y para muestra, un botón.