agosto 05, 2009

Somewhere over the rainbow

Y sí, ya eran las 7.00, estos días se me ha hecho un poco tarde, son como ciclos, de repente simplemente no hago caso al despertador. Ya llevaba 2 cuadras manejando, cuando enfrente de mí, veo un gran arcoiris en pleno cielo despejado.

Por supuesto, mi mente voló hacia Aitana, de quien me acababa de despedir unos segundos antes, y pensé: ¿Me regreso? Y por supuesto, mi concienzuda y negativa mente me dijo que no, porque me iban a descontar, me podían regañar, un retardo más, bla, bla, y entonces... ¡Chingue su madre! Que me aviento las dos cuadras manejando de reversa.

Y así, pude ver su cara sonriente mirándolo... estaba lindo porque se podía apreciar casi completo (cosa que según yo, es muy rara). Y es tan hermoso poder observar a un niño reconociendo las cosas mágicas que a veces por andar corriendo, ya no podemos [o queremos] ver.

Lo mejor, es que le dijo a su abuela: Por fin vi un arcoiris, de esos que sólo conocía en las caricaturas...

Mi vida...


Desde la Uni...