febrero 21, 2007

Matemáticas de l'amour

Sííííííííííí, por fin el Carnaval terminó y todo lo que iba a postear en torno a él fue opacado por una nota publicada en la Jornada el día de hoy.

En ella, se narra la entrega de 1.2 millones de condones gratuitos durante las fiestas carnestolendas. Lo importante de la nota, es la manera de obtener las cifras de los "contactos carnales" que tendrán/tuvieron efecto:




"Si calculamos que llega un millón de visitantes, en números aproximados tenemos que son 500 mil parejas, de ellas 80 por ciento vienen con la intención de sostener relaciones sexuales y en promedio tienen dos cada pareja, entonces hablaríamos de 800 mil contactos sexuales", explicó un funcionario de la Jurisdicción Sanitaria número 8.


A ver, a ver. No me queda claro -y eso que soy comunicóloga. Llega un millón de visitantes. Los dividen en parejas, ¿por qué? Luego, 80% vienen con la intención de contactar carne... ¿qué así de jarioso es el mexicano promedio? I don't think so. A continuación: 2 rounds por pareja... ¡SIMÓÓÓÓÓN! Lo reafirmo: el mexicano está sobreestimado.

Y para concluir: ¿los locales no co........ ntamos/gemos?

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Ah, la liga: http://www.jornada.unam.mx/2007/02/21/index.php?section=espectaculos&article=a10n1esp

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Lo único bueno de todo el Carnaval, es que vi a Julieta Venegas en PRIMERA FILA y estuve a punto de pasar a camerino a saludarla, pero qué bueno que no me colaron, porque no hubiese resistido la tentación de preguntarle: Chule, ¿por qué te vendiste?


En fin, estuvo bastante chido.

febrero 10, 2007

Mi vecino

En mi cuadra, como supongo que en muchas, hay un teporochito que resulta bastante divertido. Ni siquiera sé su nombre, pero todos los días como a la 1.30 que voy por mi hija, él va saliendo del puestecito de picadas y gorditas de por el rumbo.

Así, el otro día me lo encontré en el Oxxo. Estaba delante de mí comprando su botellita (por un momento me recordó cuando de chiquita mi abuelita me compraba zapatos en el centro: me los llevo puestos).

Ni siquiera alcancé a ver de qué era su botella, porque muy ofendido, con su nariz roja, le dijo a la que atiende: Oiga, ¿no me la va a dar en bolsita? ¿Qué pasó? Si no, la gente va a pensar que soy un borracho.

Gracias vecino por alegrar mi vida. A todos nos importa lo que los demás piensan.