agosto 29, 2005

La Jornada de los abejorros

Desde que era pobre me gustaba ir a casa de la Tía Licha (la mismita de Grecia) porque mi tío tiene suscripción con la Jornada. La Jornada siempre me gustó. Hoy sigo siendo pobre, pero por lo menos ya puedo consultar la versión electrónica de este periódico, que dicho sea de paso, es mi Página de Inicio.

Sin embargo, creo que hoy "Notiverearon*" gachamente con esta noticia que a mi gusto, es simplemente inútil:

Abejorros

A mí también me gusta Van Gogh, ¿y qué?

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*Pa'l que no conoce los periódicos jarochos, Notiver es un periódico chafa, gacho y chundo de estos rumbos (mejor yo me echo una chela; y chance enchufo una chava...).

agosto 26, 2005

Estoy escribiendo un cuento, pero hasta el momento lo único que me gusta es esto:

"Por un momento me sentí en el primer mundo, como aquella vez en Grecia cuando conocí al barrendero más hermoso que mis ojos han visto y a quien mi tía Licha no me dejó traer como souvenir."

Y sí era hermoso...

agosto 25, 2005

Los demás

En definitiva las opiniones de los demás deben ser consideradas en la vida:


  • Hace como dos semanas, alguien a quien considero un verdadero loco (as in a true psycho), me dijo: "Me cae que estás más loca que yo". Lo tomé como un verdadero halago.
  • Hoy, alguien a quien alguna vez quise, me dijo que no quiere ser un problema para mí. Lo tomo como la mentada de madre que es.
  • Jorge, ex alumno, me acaba de decir que por qué ocupo mi tiempo escribiendo en este espacio... y además escribiendo estas cosas. Lo tomo como un refresh a la mentada de madre anterior.

Sigo acumulando. No tengo ganas de pensar. Dejaré que por hoy, los demás piensen y hablen por mí... ¿será que este blog se mude?

agosto 24, 2005

¿Se puede dejar este espacio en blanco?


No sé cómo sucedió. Fue de pronto, eso sí lo sé con certeza. Fue certero como la velocidad que la mano debe llevar para aplastar al maldito-mosco-succionador. De pronto, odié a los jóvenes perfumados, a los niños orinados, a los viejos rancios. A los gordos agrios y a las anoréxicas disléxicas.

Sus olores, sus sabores, sus simples presencias me resultaron tan intolerables como la comezón en el testículo izquierdo a las 5 de la mañana.

Y todo explotó –yo sólo quiero un pedacito del mundo pa’mí.

Decidí irme a un bunker, un refugio en el que no volviese a tener que tolerar esas existencias.

Lo recuerdo bien, hasta hice una despensa, preparé sábanas, una lámpara, mi almohada y una grabadora –donde pueda ser, donde pueda vivir y reír sin fingir. Sólo una canción quise llevar.

De nadie me despedí. No amigos de borrachera. No familia. No trabajo. Nadie me vio partir, ni siquiera el maldito-mosco-succionador –seguir mi destino sin sufrir.

En realidad es una canción demasiado alegre para mi dolor. Tenía que haber escogido violines, guitarras, inclusive un jodido Air Supply hubiese sido más adecuado que esta basura popera-semi subversiva.
Me importa una chingada esta vida de cagada,
Voluble y arreglada no me impresiona nada.

Maldito Bukowski, ¿qué me has hecho?

agosto 23, 2005

Días de lluvia

No me gustan los días de lluvia. Tiendo a deprimirme y además no me dan ganas de ir a trabajar.
Qué bueno que no vivo en Jalapa; aunque prefiero mil veces el frío que el calor.

Una contradicción más del Canal de las Estrellas.

agosto 20, 2005

Filosofía infantil 2

Madre avergonzada: Niña, a ver, deja te quito el moco que traes ahí.
Niña sabia: No.
Madre condescendiente: Sí, anda; mira qué fea te ves.
Niña sabia: No.
Madre decidida: Sí, ¡cómo de que no!
(silencio sepulcral en que obvia y violentamente, se lleva a cabo la acción).

Niña sabia: ¡¡Mamá, no!!. Quite no moco mío ¡¡¡MÍOOOOO!!!

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No cabe duda. Esa niña es tan sabia que inclusive utiliza las construcciones gramaticales del mismísimo Yoda.

agosto 16, 2005

Borrachos... y más.

Rasqueteando entre el archivo de word donde guardo aquellos posts que entran en la clasificación de demasiado cursis, demasiado crudos, o demasiado personales -oh sí, la autocensura es mi principal compañera-, encontré algo que escribí hace no mucho, sobre alguien a quien admiraba hasta este fin de semana.

Tiendo a tener poca tolerancia hacia los borrachos gritones, peleoneros o inclusive vomitones, pero mucha menos aún hacia los borrachos acosadores, esos que con unas copas encima, no pueden controlar su verdadero cerebro: por muy cultos, letrados, Doctorandos que sean, siempre el instinto los domina.

Y no es mala vibra, al contrario, me caen bien las personas que gritan a los cuatro vientos su inteligencia: sus viajes por el mundo, los libros que han leído, los que han escrito, las artes, la cultura, su inteligencia--- todo, para terminar alcoholizados negando su realidad y tirando zarpazos a cuanta mujer está en su zigzagueante camino. Y afirmo que me caen bien, porque normalmente acaban demostrando -jocosamente, por cierto- que tales afirmaciones no son necesariamente ciertas.

En fin, que ahora las invitaciones a fiestas deberían cambiar el famoso NRDA, por un NRDAACJ.


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Mi ya imprescindible footnote: Me robé un hermoso, maravilloso y fantasioso "Culturoso" que nunca había leído/escuchado, del blog de Manuel.

agosto 10, 2005

Cosas buenas de la vida...

Después de muchos posts sobre quejas, quejas y más quejas, hago una pausa en mi mirar para agradecer y reconocer uno de los grandes avances tecnológicos del hombre: la música digital.

Aún recuerdo el primer estéreo que tuvimos con Compact Disc: fue por allá de 1989 y mi primer CD el de 20 años de Luis Miguel -bueno, no iba a confesarlo, pero en realidad no era un disco tan malo. Escuchar "Tengo todo excepto a tí" una, y otra, y otra vez, de manera instantánea, era algo inesperado.

Y es que para muchos chavos esto puede parecer un sinsentido, pero recuerdo también, viviendo en el Edificio Parque, a mi prima Ingrid y a mí, pegadas a la bocina esuchando la voz de Benny diciendo: E-S--U-N-- S-A-P-O, refiriéndose al éxito ochentero El baile del sapo... y regresar y regresar el cassette, intentando atinarle al momento exacto en el que nuestro ídolo decía esas 3 inigualables palabras, podía llegar a ser un hastío.

Con el cassette, no podías oir la misma canción todas las veces que quisieras. Con el disco podías hacerlo, siempre bajo la consigna del castigadísimo "Se va rayar..."

Hoy, me deleito escuchando los 13 ó 14 discos de Timbiriche, las veces que quiera, cuantas veces quiera, y al hermoso Benny decirme al oído: Se dice como un sapo guapo.

PD. Lo sé, esta foto no corresponde al disco mencionado, pero no la encontré. Lo siento, Generación Timbiriche.

agosto 07, 2005

La letra con sangre entra

Justo hoy en una plática familiar, recordábamos cómo en tiempos de nuestros abuelitos el maestro tenía la permisividad para trascender la línea del diálogo con el alumno y hacerle adquirir el conocimiento de maneras más eficaces -¿violentas? ¡para nada!- que las que se practican hoy en día.

Si el chamaco corría con la mamá a decirle que el maestro le había pegado, humillado públicamente o jalado la patilla, la madre respondía: -Sí maestro, dele duro pa'que el chamaco aprenda.

Esta confabulación educador-padre o tutor, no resultó tan mala a final de cuentas. Digo, quién no ha escuchado el famoso: ya nada es igual,los tiempos de antes eran mejores, ¿o qué no?

Estoy de acuerdo con el modelo conductista -tan humillado y mal comprendido en nuestros tiempos; yo sí estaría a favor de darles a algunos chamacos -o chamacas-, universitarios o no, sus manazos con regla de metal. Digo, ¿qué tan malo podría ser?



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Nada en serio [señores directivos no se la crean]. Una simple reflexión para el semestre por comenzar :P. God bless us all o como dirían en mi rancho, que Diosito nos agarre confesados.

agosto 04, 2005

Verdades etéreas

Ayer te ví, fue tan claro como si estuvieses frente a mí. Y entonces, en una discusión me atreví a decir todo esto que callo por respeto, por odio, por amor. Fue un desliz, no me dí cuenta del momento en el que rebasé los límites y comencé a gritar esto acumulado por tanto tiempo.

Escupí cuánto odio tu inmadurez, esa característica tan tuya que te ciega y permite seguir tan tranquilo por la vida, como si nada hubiese sucedido. Te gritaba cuánto odio tu irresponsabilidad, tu no mirar hacia eso que te toca y que yo he tenido que sobrellevar. Tu rostro tranquilo, sin remordimientos; tu manera de engañar a quienes te quieren haciéndoles creer que realmente asumes tus deudas, son dignos de desconcierto.

Ni qué decir de tu cinismo, de tu manera de enorgullecerte de tu propio descaro, de esa cobardía que siempre haz hecho tan tuya al grado de lograr desilusionar a quién alguna vez te amó. Tu manera de sentirte superior, inigualable, todo un intelectual, siempre me dijo lo tonto que eres en realidad, porque a pesar de saber mucho, jamás aplicaste los saberes a tu vida: hoy estás verdaderamente solo.

En mi sueño, te dije todas estas cosas y muchas verdades más. Desperté serena, malvadamente feliz por haberte dicho lo que pienso...

Algún día me atreveré a decírtelo de frente.

agosto 01, 2005

Edificio Parque

20 años después, la tía Licha y yo, nos atrevimos a entrar al Mausoleo sagrado. Desde afuera se reconocían esos pisos tantas veces recorridos, las decoraciones del mármol eran tan peculiares que un simple vistazo bastó para recordarlas.

El Edificio Parque está ubicado en el mero centro del Puerto de Veracruz, frente al Parque Zamora. Es un edificio antiguo de 5 pisos, que en su momento fue de los edificios más modernos, vaya, hasta tiene elevador. Desde 1987 sólo había entrado una vez; una ocasión en que fui con Alfredo y me hice la valiente: no pasaba nada. En aquella ocasión fue difícil mantener la compostura pero lo logré. Anoche, no.

En ese edificio pasé gran parte de mi infancia. El departamento 202 nos acogió por mucho tiempo a mi Tata, mi Nanita, mis tíos y Willito, y a mi mamá y a mí. Recuerdo tantas anécdotas, como cuando casi nos cae encima un ventilador de techo (de metal, nada que ver con los Made in China de hoy), cuando veía la tele con mi Nana y me sentía feliz de compartir una Coca-Cola -en envase de vidrio- con ella, hasta que se la acababa y vaciaba las cenizas de su Marlboro -en una ocasión no me avisó y me las tomé- o las mañanas de Carnaval, en las que los tambores me despertaban y me bastaba con salir al balcón para ver el desfile.

Ayer una puerta abierta del coche nos llevó a orillarnos: justo frente a la puerta del edificio. Hice que mi tía me acompañara. Después me remordió la conciencia por haberla hecho remover tantos recuerdos; finalmente fue en ese lugar donde su madre murió en sus brazos. Los colores, los olores, todo sigue igual. Es uno de esos lugares mágicos que representan sentimientos tan encontrados como la tristeza y melancolía, pero que a la vez nos hacen sentirnos felices de ser lo que somos y hemos logrado.

Extraño esos tiempos en los que mi mayor preocupación era pelear con Willito y limpiar mi casa de las Barbies, a veces, hasta podía lograr las dos al mismo tiempo.