marzo 23, 2007

¡Cumbre Tajín!

Sí... fui a la famosa Cumbre Tajín y mis impresiones han sido variadas. Venga.

Lo que más me gustó, el chill out donde había un grupo tipo tribal donde tocaban unos chavos bieeeen chidos:

Por supuesto, los Fly me to the Papantla Moon:


Además de que me colaron como prensa para entrar -entre muchos otros privilegios a los que sólo un exclusivo grupo de afortunados tienen acceso y sobre los que en algún momento profundizaré- a la rueda de prensa de Zoe o Zoé o something:

En la que a pesar de que me lo prohibieron, me tomé foto con un tal Rodrigo bastante chulo:
Otro encanto de la Cumbre Tajín, son los talleres en los que la gente puede acercarse más a la cultura totonaca con actividades como la escultura, entre otros.





Así, algunos escogen esculpir máscaras.





Otros más "artistas", pirámides de los nichos.




Pero otras, no cabe duda que son más... más... mhhh... "originales":


Y bueno, para finalizar y por un imprevisto, me encontré sin hotel. Mi pesadilla. Obvio que no había cuartos por ninguna parte... finalmente, me quedé a dormir en un castillo camino a Poza Rica jejeje. Sí, parece motel, pero es un cas-ti-llo. :P


Vaya, que en realidad éste iba a ser un post negativo sobre La Cumbre, pero viéndolo en retrospectiva, fue bastante divertido.
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Prótsimamente: La crónica de un regalo demasiado anunciado, y apenas recibido...

marzo 01, 2007

Día Internacional de la Mujer 3

Definitivamente tengo un karma.

A pesar de que en el 2005 me quejé, y en el 2006 incrementé mis graznidos en contra de él, ahora, en el 2007, me solicitan colaborar en un boletín electrónico de la institución en la que trabajo, para hablar sobreeeee:


El Día Internacional de la Mujer

... ... ... sí, se vale burlarse. Al final, lo escribí. No de manera hipócrita, aunque sí muy tranquila e impersonal, absteniéndome de ser radical y quejumbrosa. Me costó. Iba a poner la liga, pero mejor no, porque sale mi foto... prefiero a la Sirenna.

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Día Internacional de la Mujer 2007:
erradicación de la impunidad en la violencia contra mujeres y niñas.

El 8 de marzo de 2007 es el día en el que se conmemora el 32º aniversario del Día Internacional de la Mujer, fecha instaurada en 1975 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta conmemoración se gestó a raíz de la necesidad de reconocer la existencia, presencia e importancia de las mujeres en todo el mundo, a través de eventos a gran escala en los que participan comprometidamente diversos países a los que recientemente se han agregado Armenia, Macedonia, Rusia, Bielorrusia, Mongolia y Vietnam, entre otros.

Para el 2007 la ONU determinó que el tema en torno al que girarán las actividades del 8 de marzo, es la erradicación de la impunidad en la violencia contra mujeres y niñas. Sin duda, este tema resulta muy acertado considerando la situación que se vive actualmente en México, donde 9 de cada 10 víctimas de violencia son mujeres; y ni qué decir sobre la situación de Ciudad Juárez, Chihuahua, en la que las cifras ascienden ya a más de 350 mujeres asesinadas impunemente en una década. Desventuradamente, esta situación no es exclusiva de un país o un continente: se vive por igual –o en peores circunstancias- en otros lugares del mundo.

No obstante, no todo en el panorama es negro. Las mujeres han logrado acceso a roles y actividades que en otros tiempos eran únicamente desempeñados por los varones. Por ejemplo, en la cuestión de la educación cada vez los accesos se incrementan más, al igual que las oportunidades de prevención y atención a la salud. Los cada vez más reconocidos roles de la mujer trabajadora, de la madre soltera con mayores derechos y oportunidades, así como el de la mujer políticamente activa, quien inclusive, tiene la capacidad de asumir la presidencia de un país.

Se hace importante cada vez más, continuar reconociendo permanentemente los logros obtenidos, no sólo un minuto al día o un día al año; no sólo mientras se escucha una noticia de niñas laceradas o se lee una nota sobre el Día Internacional de la Mujer. Acercarnos a las madres, esposas, compañeras, alumnas, hermanas, hijas que nos rodean, y aportar un pequeño granito de arena, reconociendo su labor fundamental en el devenir de la vida diaria, al mismo tiempo que se asegura un futuro más igualitario, más optimista, y sobre todo, más colorido para ellas.