Y resulta que llegué a la famosísima edad y nada... ningún cambio aparente... la piel no se cae ni se achicharra... las patas no comienzan a apestar (ajá) ni el cabello se pone blanco aún.
Pero hoy -oh trágica noche, decidí viajar al pasado y aprovechar la magia de los programas P2P para descargar un rolón ochentero que el otro día recordé vía VH1. Siempre me extrañó ver en el cuarto metalero de mi primo un póster de Extreme (¿pos cómo? si esos tienen una rola bien sweet... ¿seguro Bruno que son malosos?). Y pues sí, en algún momento de debilidad, Extreme grabó More than words, canción extremadamente melosa, romanticona y con unos falsetes del vocalista que harían sentir envidia a cualquier niño del coro de Viena...
En fin, pues que me atrevo a descargar la melodía y... uno, dos minutos... y pensé: ¡QUÉ CANCIÓN TAN PINCHE ABURRIDA!, tres minutos... ¿QUÉ CHINGAOS ERA LO BONITO?
Y los hilos se comenzaron a entretejer: viendo las Nick Nites descubrí que los chistes de Arnold y Willis ya no son ni remotamente graciosos. Ni qué decir del ALF... ¿qué demonios le vi como 1 ó 2 años de mi vida?
Rayos mamá, ¡¡¿¿por qué Cepillín??!!
No quiero conclusiones: los treinta te mutan lejos, muy lejos donde casi nadie alcanza a ver.
Pero hoy -oh trágica noche, decidí viajar al pasado y aprovechar la magia de los programas P2P para descargar un rolón ochentero que el otro día recordé vía VH1. Siempre me extrañó ver en el cuarto metalero de mi primo un póster de Extreme (¿pos cómo? si esos tienen una rola bien sweet... ¿seguro Bruno que son malosos?). Y pues sí, en algún momento de debilidad, Extreme grabó More than words, canción extremadamente melosa, romanticona y con unos falsetes del vocalista que harían sentir envidia a cualquier niño del coro de Viena...
En fin, pues que me atrevo a descargar la melodía y... uno, dos minutos... y pensé: ¡QUÉ CANCIÓN TAN PINCHE ABURRIDA!, tres minutos... ¿QUÉ CHINGAOS ERA LO BONITO?
Y los hilos se comenzaron a entretejer: viendo las Nick Nites descubrí que los chistes de Arnold y Willis ya no son ni remotamente graciosos. Ni qué decir del ALF... ¿qué demonios le vi como 1 ó 2 años de mi vida?
Rayos mamá, ¡¡¿¿por qué Cepillín??!!
No quiero conclusiones: los treinta te mutan lejos, muy lejos donde casi nadie alcanza a ver.