mayo 30, 2012

Beneath the milky twilight

Hoy salí de trabajar acalorada, fatigada, hastiada (hoy tuve dos, sí, DOS reuniones con maestras de mi hija) y en el camino me topé con un grupo de alumnos de bachillerato. Justo cuando terminaba de pasar por donde estaban ellos, un chavo jaló a su novia, y le plantó un beso de esos que te petrifican el alma.

Y de pronto me encontré absorta, inmersa en un proceso morboso ajeno a mi voluntad. No pude voltear la mirada. Se besaban de una forma tan apasionada... que me sentí sola.

2 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Siempre se añora lo que no se tiene, y cuando lo ves en otros buscas tus carencias.
Por cierto, me gustó mucho :)