Conocí a un niño que le tiene miedo a los meseros y por eso no les pide nada... ni siquiera la cuenta. Mucho MENOS la cuenta. Escribí y escribí sobre él, pero mi servilletita se perdió y sólo quedó el:
¿Oye, por qué escribes? Aaaahhhhhh ya sé... escritora wannabe.
Me reí mucho... y seguí observando mi fabulosa y única habilidad de escribir sin mirar el papel.
1 comentario:
hi webenna,
Y la cuenta que pagaste es de un restaurante caro?.
funciona la técnica?, digo, pa cuando vaya invitarte a cenar y que pagues, pero por lo menos yo si te digo que le pidas al mesebrio para mi ehhh!!.
Escribir en servilletas en restaurantes o cafes lo puso de moda la Rowling.
Pero si llegas a hacer un bestseller y me usas de personaje aguas con ponerme de nerd, y menos te uses tu, imaginate una hermione ennalizada.... Nel, pobre harry puter.
:s
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