Orgasmo en el jardín central

La primera vez que los vi, fue en el Malecón. La brisa del mar nos acompañaba y la luna llena era la escenografía perfecta para que por primera vez, yo los viera tocar en vivo. Ayer, por tercera ocasión los vi. Todo fue tan inesperado, tan poco planeado que resultó perfecto.

En todo el día hizo mucho calor, pero justo cuando ellos salieron al escenario, la lluvia llegó y se quedó un buen rato. Nos secamos... volvió a llover... nos volvimos a mojar... y todo fue sublime. Tocaron como hora y media, tiempo insuficiente en verdad para que tocaran toooodo lo que queríamos escuchar, pero la selección fue buena. Mucho del disco nuevo, que por cierto, pinta bastante bien.

ÉL, Juan, Cosme, Anónimo, Massiosare, Amparo Tonto Medardo, Intransigente, Rita Cantalagua, Gallo Gass, Nru, Elfego Buendia, Sizu Yantra e Ixaya Mazatzin Tleyotl (pero ése ya caducó el 2 de octubrenoseolvida), PERFECTO como siempre.

Así, después de mucha adrenalina, brincos, brazaletes, una caída, tres coladas, un bizc8 que regresó a mí (t.a.), lágrimas de Bere, mucho slam y buenas rolas, nos íbamos. Pero no... tuvimos que esperar a mi hermana -quien de loca, se metió a "trabajar" ese día como elemento de seguridad para entrar gratis, y estar cerca de ellos (ja).

Cuando nos dimos cuenta, habían salido a saludar a la gente Quique, Meme y Joselo. Rubén (mi Dios terrenal) no, él siempre resguardado y sin salir.

Pero la bitching life me premió. Cuando lo vi me quedé pasmada... es que el wey irradia paz... neta. Afortunadamente, mailov me sacó del letargo empujándome para que me aplicara... y entonces nuestras miradas se encontraron. JURO QUE ME RECONOCIÓ. Me vio y se rió conmigo. Cuando se terminó de tomar la foto con las otras únicas dos chavas que también lo lograron, me lancé con todo. Los pinchemil monigotitos de seguridad no me dejaban, pero él viéndome les dijo: una.

Mil veces había pensado qué podría yo decirle si algún día lo conocía. Tendría que ser algo extremadamente especial, algo que ninguna vieja "x" le hubiese dicho antes. Algo que tocara su alma, que lo inspirara, que se diera cuenta de lo que es para la sirenNa... Y por supuesto, me lucí: con la lengua entumida logré balbucear -viéndolo a los hermosos ojos que tiene: Gracias... eres un amor.

N'importe quoi... pero qué taradaaaaaaaaaaaaaaa...

Así... con todo y todo... en pleno jardín central del estadio Beto Ávila... EnNa alcanzó la plenitud hasta tocar las lágrimas a pesar de que le arrebataron al Dios terrenal al que ama desde hace 18 años.

Pipipipipi, ¿por qué se lo llevan?

Y a pesar de que me tardé 2 días con esta pseudo crónica, sigo en el éxtasis. No lo puedo creer.