agosto 25, 2008

I love my job

A veces, sólo a veces, no es bueno desear tanto las cosas, porque se te pueden cumplir.

Y es que en realidad, yo no deseaba nada más que paz laboral (ya hasta me estaba poniendo anorgásmica); primero, me quitan al Yorch, y ahora resulta que me quitaron a mi amiga del corazón, mi Masequita (se fue a rumbos lejanos en los que la consienten y la tienen a dieta de kisses de Hershey's) y me la cambiaron por cada cosa ajquerosa que ni siquiera tendrá el privilegio de ser nombrada en este espacio académico-psycho-sexual (bueno, tal vez sí, pero prometo fotos para evidenciar bien a los nkos invasores).

El chiste es que cuando después de 9 años te cambian toda la jugada laboral, por supuesto que te dan en toda la madre. Y lo malo, es que yo creo que tuvimos cierta parte de culpa y algun's ni cuenta se dan.

Anyway, I love my job.

1 comentario:

Blas Torillo Photography dijo...

Decía Confucio:

Lo único que no cambia, es que todo cambia...

También el trabajo querida Enna...

Ahora, a reaprender ¿o no?

Besitos.