Esta Semana Santa, por fin la vida me brindó la oportunidad de hacer algo que toda mi vida había querido, pero que por falta de fondo$ no había cumplido.
Ya honestamente había perdido la esperanza de hacerlo, pero ohhh vida hermosa, el destino (¡¡gracias BeRe!!) me regaló una cortesía para hacer esto que definitivamente cambió algo en mí -jeje apenas estoy por descubrir qué demonios fue-.
Y así, brinqué al 3... 2... 1... ¡¡¡BUNGEE!!!
45 metros de altura y brinqué...
Jajaja, lo recomiendo ampliamente. Por lo menos yo lo haré una vez al año... dosis de adrenalina que supera por mucho a todo, todo, e insisto todo...
En el descenso como cuando Keiko se iba de Reino Aventura -jeje arriba la autoestima-.
Veracrú de mi corazón.
*****
Fue hermoso de verdad.
4 comentarios:
yo no se si pudiera hacer eso la verdad, pero me late que igual y quien sabe, sería cosa de estar ahí pa saber jejejeje, aunque me imagino que la sensación es más que increible, saludos!...
no, yo estoy bien en tierra firme. Luego que soy de "huesos gruesos" jajaja se vaya a reventar la mugre esa y termine incrustado en algun pavimento ufff no, imaginate. La procesión mas larga que la de Pedro Infante :P
un beso
Me sorprenden las fotos, primera, en la tercera foto si te fijas traes la bubi de fuera, jejejeje.
no, en serio, lo que mas me impactó fue que la playa se ve vacia, qué pasó con veracru?
antes caminabas y si extendías los brazos y abrias las manos, algo agarrabas seguro.
Mmmmmmmmmm no me animo, apenas si puedo con los voladores de papantla.
Publicar un comentario