octubre 08, 2010

La caída y el cóccix


La verdad, es que no ha sido una muy buena racha. Sin embargo, sí ha tenido su lado amable.

Después del 14 de sep. cuando agarré el carro de mi tío y se quedó sin batería, y me quedé "encerrada" afuera de mi casa, el segundo día de tragedias fue consecutivo.

Mi hermana, cabello planchado, maquillaje verde, blanco y rojo, vestida para ir a celebrar la Independencia de México, baja las escaleras y se cae. Yo escuché los gritos y por un momento pensé que era un niño llorando (sabía que no era la mía porque estaba junto a mí, por eso no me espanté tanto en un principio).


En efecto, mi hermana estaba tirada al pie de la escalera llorando y sin poder pararse. Lloraba, moqueaba, intentaba mantener la compostura y por segundos se volvía a preocupar por su cabello alaciado... nada, estaba muy mal.

Así, cuando Bere y yo ya la teníamos medio acomodada en un sillón mientras decidíamos si irnos al hospital o no, la enferma pedía a Dios:
Por favor Diosito, por favor que no sea fractura de cóccix...

Yo no entendía la urgencia, hasta que me explicó que la fractura de cóccix solamente se endereza con los dedos de manera rectal...
Es que es lo único virgen que me queda.

Por supuesto, nos reímos mucho.

Mi hija de 7 años, quien sí se espantó mucho, sale de su escondite (debajo de la mesa) y dice:

Bueno, por lo menos no ha perdido el sentido del humor ... ... ... ... yo creo que mi mamá cuando era chiquita se cayó y lo perdió.

... Jija de su madre.

La historia terminó en un esguince de cóccix de primer grado y reposo y medicamentos por 5 días. Y todo, por andar con zapatillas subiendo y bajando escaleras... yo por eso me quedo con mis Converse ;)



1 comentario:

Anónimo dijo...

oye, oye! no era necesario que todos supieran de lo unico virgen que le qued aa tu hermana jajajajaja!! que tragedia!