octubre 06, 2010

Yo no hago nada (y los avatares de la doble negación)

Nada más halagador, equivalente a un baño de ego, que un hombre de tu pasado, pasado, pasado, te encuentre como 12 años después.

Que te confiese que encontró tu correo a través de algunas cuestiones de la red y se atrevió a escribirte para saber si eres tú y si te acuerdas de él. Porque... pues nomás.

Sí... oh sí... y es exitoso, talentosísimo, expone internacionalmente, guapo según mis retorcidos estándares, peloncito (no sé pq últimamente me atraen los hombres peloncitos, debo estar a punto de madurar), solo por el momento...

:D

Necesitaba un empujón de éstos desde hace mucho. Y me alegró el día.

*****
Ya luego cuento del hombre al que intimidé tanto, que prefirió quedarse encerrado en su carro hasta que llegara el de la aseguradora... ¡qué nena!


1 comentario:

Humberto Dib dijo...

Bueno, no sé si mentirte... Lo cierto es que entré a tu blog por casualidad, me pareció magnífico. Te felicito.
Aprovecho para invitarte a visitar el mío que es de literatura.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.

www.humbertodib.blogspot.com