octubre 12, 2010

Nuestro ir y venir

Hacía tanto tiempo ya, que había olvidado lo que era sentir el calor de otro cuerpo junto al mío.

Olores que penetran en la piel.

Miradas morbosas que te deshacen.

Caderas a un lado de las mías...

Ese ir y venir a un mismo ritmo; lo que implica depender de la voluntad de otro.

Y es que ayer tuve que dejar mi carro en la agencia para que le repararan los rayones que le hizo el pendejo de la Lobo que me chocó... y me subí al camión de la ruta Comercial Mexicana. Toda una aventura con un chófer que manejaba como si trajera ganado.

Y debo admitir que hasta lo disfruté.

¿O usted qué había pensado?

5 comentarios:

***b3llotiT@*** dijo...

como dice el viejo y reconocido refran *el que en pan piensa, es porque hambre tiene* ja ja ja la verdad es que yo si me fui con la pinta del vaiven de las caderas... ja ja ja

TuT dijo...

insisto... exageras... te invito cuando quieras a un tour xtremo...

SirenNa dijo...

O_o ¿Es una propuesta indecorosa?

Anónimo dijo...

jajaja obviamente todos pensamos en una subidita al camuion, el dia a dia de los pobres jajajaja tiene sus ventajas como:
- ver todos los establecimientos que hay
- leer si la ruta de tu destino es larga
- dormirte una siestesita que te da energia para el resto del día
- y claro los arrumacos gratis jajajaja (sarcasmo)

Princess Consuela Banana Hammock dijo...

ay amiga, juegas con mis sentimientos :´(