Junio llegó y con él, han llegado los peores calores que he sentido en mi vida. Nunca en Veracruz habíamos degustado los placeres del infierno en vivo y en directo a 46 y 47 grados de temperatura. Esto obliga a que los dichosos que contamos con aires acondicionados en las oficinas y hogares, nos neguemos rotundamente a poner un pie en el mundo exterior.
Aunado a esto, o más bien, derivado de esto, he descubierto que la red de nuevo puede ser entretenida para mí (ya eso de navegar a lo güey me tenía enferma); no sólo mis amigos tienen blogs, sino que he encontrado gente realmente pensante. Así, de persona en persona ha surgido esta nueva adicción. Me he entretenido hurgando entre los cuadernos, fotos y recuerdos ajenos a través de estos nuevos libros inmediatos. Quejas que me han hecho reir, penas que me han hecho llorar, es toda una riqueza lo que hay en este mundo de los blogs, además de algo maravilloso: la oportunidad de escribir en esos mismos cuadernos, dando al autor una sopia de su propio chocolate ;)
No me quiero dejar de maravillar ante las posibilidades que esta nueva forma de comunicación abre para todos nosotros. Cuando pienso en las dimensiones de todo esto, no puedo dejar de pensar en mi Tata, sé que él se hubiese fascinado con todo esto que nos está tocando vivir.