Justo hoy en una plática familiar, recordábamos cómo en tiempos de nuestros abuelitos el maestro tenía la permisividad para trascender la línea del diálogo con el alumno y hacerle adquirir el conocimiento de maneras más eficaces -¿violentas? ¡para nada!- que las que se practican hoy en día.
Si el chamaco corría con la mamá a decirle que el maestro le había pegado, humillado públicamente o jalado la patilla, la madre respondía: -Sí maestro, dele duro pa'que el chamaco aprenda.
Esta confabulación educador-padre o tutor, no resultó tan mala a final de cuentas. Digo, quién no ha escuchado el famoso: ya nada es igual,los tiempos de antes eran mejores, ¿o qué no?
Estoy de acuerdo con el modelo conductista -tan humillado y mal comprendido en nuestros tiempos; yo sí estaría a favor de darles a algunos chamacos -o chamacas-, universitarios o no, sus manazos con regla de metal. Digo, ¿qué tan malo podría ser?
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Nada en serio [señores directivos no se la crean]. Una simple reflexión para el semestre por comenzar :P. God bless us all o como dirían en mi rancho, que Diosito nos agarre confesados.
3 comentarios:
Como dicen por aquí: más vale un chingadazo a tiempo que lo corrija, que ya después no haya manera de corregirlos jejejeje, digo, no tan drástico como un reglazo, o bueno, quién sabe, hay algunos que lo merecen ya que las palabras están de más jejejeje, por eso hay que empezar desde pequeños, más vale una nalgada a tiempo, nalgada, tampoco sean encajosos... y sí, que Dios te agarre confesada, o en su defecto llévate un lático para el que se te ponga flamenco...
Jejejeje de verdad que hay algunos que se lo merecerían, pero bueno, ni hablar con esto de la educación.
¡Abrazos!
Desde luego que no puede ser en serio lo que has escrito amie, ¿cómo es posible que manazos con regla de metal? ¿qué acaso no existe también el borradorzaso certero?...
Abraxos y besos! :)
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