20 años después, la tía Licha y yo, nos atrevimos a entrar al Mausoleo sagrado. Desde afuera se reconocían esos pisos tantas veces recorridos, las decoraciones del mármol eran tan peculiares que un simple vistazo bastó para recordarlas.
El Edificio Parque está ubicado en el mero centro del Puerto de Veracruz, frente al Parque Zamora. Es un edificio antiguo de 5 pisos, que en su momento fue de los edificios más modernos, vaya, hasta tiene elevador. Desde 1987 sólo había entrado una vez; una ocasión en que fui con Alfredo y me hice la valiente: no pasaba nada. En aquella ocasión fue difícil mantener la compostura pero lo logré. Anoche, no.
En ese edificio pasé gran parte de mi infancia. El departamento 202 nos acogió por mucho tiempo a mi Tata, mi Nanita, mis tíos y Willito, y a mi mamá y a mí. Recuerdo tantas anécdotas, como cuando casi nos cae encima un ventilador de techo (de metal, nada que ver con los Made in China de hoy), cuando veía la tele con mi Nana y me sentía feliz de compartir una Coca-Cola -en envase de vidrio- con ella, hasta que se la acababa y vaciaba las cenizas de su Marlboro -en una ocasión no me avisó y me las tomé- o las mañanas de Carnaval, en las que los tambores me despertaban y me bastaba con salir al balcón para ver el desfile.
Ayer una puerta abierta del coche nos llevó a orillarnos: justo frente a la puerta del edificio. Hice que mi tía me acompañara. Después me remordió la conciencia por haberla hecho remover tantos recuerdos; finalmente fue en ese lugar donde su madre murió en sus brazos. Los colores, los olores, todo sigue igual. Es uno de esos lugares mágicos que representan sentimientos tan encontrados como la tristeza y melancolía, pero que a la vez nos hacen sentirnos felices de ser lo que somos y hemos logrado.
Extraño esos tiempos en los que mi mayor preocupación era pelear con Willito y limpiar mi casa de las Barbies, a veces, hasta podía lograr las dos al mismo tiempo.
4 comentarios:
¡Qué bellos recuerdos! Sin duda dicen mucho de lo que eres tú.
¿Sabes? Hiciste que también recordara mil cosas de la casa que habité de niño -y que aún sigue, generosa y eterna, en Coatza-. Creo que es muy cierto lo que dices, se trata de esos lugares mágicos donde conviven melancolía pero también recuerdos de tiempos felices y nos hace sentirnos dichosos de lo que somos y hemos logrado con el paso del tiempo.
Abraxos y que tengas una gran semana amie!
P.D.No pude resistir la tentación y hoy pasé, saliendo de la uni, por el parque Zamora y traté de identificar el edificio...
P.D.Si que debe haber sido una experiencia inolvidable paladear las cenizas del Marlboro (combinadas en una extraña "cuba" con Coca-Cola) a esa edad amie!
esos caminos de la vida... pero yo sé que el destino es así...VCTCO
Ami: Tristemente el Parque Zamora se ha convertido en un burdel velado de jovencitos ardientes... sin embargo, ¡las nieves de limón con coca-cola son maravillosas!
Joy: No son lo que yo pensaba... sin embargo son :D
Tres: No podría yo estar más de acuerdo :!
Me recordaste muchas cosas, me puse a pensar en mi infancia jejeje, vivo en la casa de ahora desde los 3 años, así que diario me vienen a la mente recuerdos, y realmente es padre jejeje...
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